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Macrogranjas: situación de las explotaciones intensivas y ¿maltrato animal?
De hecho, el término “macrogranja” se ha convertido, tal como afirma Carlos Buxadé Carbó, catedrático de Producción Animal en este artículo, en una palabra de naturaleza peyorativa para referirse a la producción ganadera empresarial.
El concepto de “macrogranjas” que tanto se ha popularizado últimamente a raíz de las declaraciones del Ministro de Consumo, no es un modelo de ganadería existente como tal, sino un debate semántico que ha causado polémica. Es un concepto inventado para describir aquellas explotaciones ganaderas o granjas intensivas de dimensiones industriales.
De hecho, el término “macrogranja” se ha convertido, tal como afirma Carlos Buxadé Carbó, catedrático de Producción Animal en este artículo, en una palabra de naturaleza peyorativa para referirse a la producción ganadera empresarial.
Este sistema de ganado busca la mayor producción de carne, al más bajo coste y en el menor tiempo posible, pero esto no significa que sea contraproducente con que no haya calidad en la carne y que los animales estén maltratados. La calidad, respetar el medioambiente y tener una cura responsable de los animales pueden ir de la mano, no tienen porque ser factores opuestos.
Legislación pionera y única en España para las explotaciones ganaderas
Además, en España ya existe una legislación que limita las denominadas “macrogranjas”: siendo 5.500 el máximo de cabezas de ganado, a pesar de que cada comunidad autónoma tenga después la capacidad de ampliar esta cifra hasta 7.200.
Pero solo 2.136 explotaciones de las 88.437 que hay en nuestro país llegan a esta cantidad, representando el 2,4% del total, según los datos del último informe de Indicadores Económicos del Porcino elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca.
Así, España se ha convertido en el único país de la UE en poner limitaciones al tamaño de las granjas porcinas, según el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado de Porcino, Miguel Ángel Higuera. Una legislación pionera a la que se le suma que somos los únicos que tenemos limitada la distancia mínima entre instalaciones, a 1 kilómetro.
¿Cuáles son los antecedentes a la creación de las macrogranjas?
Hay que remontarse a los años sesenta, cuando se crearon las primeras granjas que suponían a los ganaderos una dependencia total de los animales durante todos los días del año, sin descansos semanales ni vacaciones.
En este contexto, se hizo necesario empezar a profesionalizar el sector y mejorar la calidad de vida tanto de los ganaderos como de los propios animales, pasando el sector por un profundo proceso de transformación y renovación. Pero este proceso no se asocia en ningún momento con el maltrato animal, sino para rentabilizar el sector.
De esta manera, el sector del porcino español ha conseguido establecerse como un pilar clave de la economía española y el segundo productor más importante de la Unión Europea, detrás de Alemania, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca.
Situación actual de los ganaderos y sus explotaciones
Estas declaraciones del ministro no dejaron indiferente a nadie y muchos propietarios de explotaciones ganaderas se han lanzado a defender su sector.
Como afirman en esta entrevista propietarios del sector, igual que no todos las personas tenemos las mismas condiciones, y puedes vivir en un chalet o en una casa de 50 m2 por ejemplo, con los animales pasa lo mismo. Pero lo que si los diferencia es que estos animales que viven en grandes explotaciones intensivas tienen garantizada la comida, la bebida, la calefacción y la limpieza. Algo que, desgraciadamente, puede no estar garantizado en todos los hogares.
¿Cómo podemos actuar frente a este tipo de acusaciones generalizado a todas las macrogranjas?
Es cierto que las “macrogranjas” son una realidad, a pesar de ser una minoría, pero todas las grandes empresas tienen muchos protocolos y medidas de seguridad, necesarias y muy importantes para que los inspectores y auditores pasen y certifiquen la calidad de la carne y que todo esté en orden. El sector está continuamente en el punto de mira, y ninguna gran explotación se atreve a jugársela y perder su reputación.
Es cierto que en ellas se ubica un número relativamente alto de animales pero siempre se cumple con toda la normativa existente en la Unión Europea, que es de las más exigentes del mundo en cuánto a respeto medioambiental y bienestar animal.
Así, el sector está en continua evolución y la tendencia es ir hacia explotaciones más sostenibles a largo plazo, consumiendo el mínimo de energía y generando pocos residuos. Y nosotros te podemos ayudar a conseguirlo.
Nos diferenciamos en la calidad en cuanto a construcciones de explotaciones se refiere y en trabajar en global, como nuestros proyectos “llave en mano” y listas para que tus esfuerzos se dediquen a tus “labores”. El resto lo hacemos nosotros para tu tranquilidad. Te ayudamos a automatizar proyectos y mejorar tus explotaciones con las mejores soluciones y de última tecnología.
Siempre nos aseguramos de que nuestros clientes compartan nuestros valores y respecto por el mundo animal y natural.