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El Mal Secco: cómo combatir este hongo patógeno
El tizón de los cítricos es una enfermedad fúngica que ha causado una creciente preocupación en el sector agrícola en los últimos años, especialmente entre los productores de limones, cidras y bergamotas.
Causado por el hongo Phoma tracheiphila, este patógeno puede causar grandes daños en los cultivos, mermando la producción y la calidad de la fruta. En este artículo profundizaremos en las características del Mal Secco, sus síntomas y las estrategias de prevención y control más eficaces.
¿Qué es el Mal Secco?
El Mal Secco es una enfermedad vascular, el hongo penetra en los vasos linfáticos de los árboles, obstruyéndolos e impidiendo el correcto transporte de la linfa. Esto provoca la desecación progresiva de hojas, ramas y, en casos graves, de toda la planta. Veamos en detalle cómo reconocer los primeros signos del hongo en la planta.
Cómo reconocer el Mal Secco: los principales síntomas en la planta
Los síntomas del Mal Secco pueden variar en función de la fase de desarrollo de la enfermedad y de la variedad de cítricos afectada. Sin embargo, algunos signos característicos son comunes a todas las plantas infectadas:
- Amarilleamiento de las hojas: comienza en las venas y se extiende a todo el limbo.
- Desecación de brotes y ramillas apicales: las ramas afectadas presentan un aspecto seco y coriáceo.
- Caída de las hojas: las hojas afectadas caen pronto, dejando las ramas desnudas.
- Coloración anormal de la madera: si se corta en la corteza de una rama infectada, se observará una coloración rojiza o salmón característica de la madera.
- Presencia de picnidios: minúsculos cuerpos fructíferos del hongo, visibles a simple vista como puntos negros en la superficie de las ramas secas.
Como ya se ha mencionado, la podredumbre seca se desarrolla en varias etapas:
1. Fase inicial: los primeros síntomas aparecen en las hojas apicales, con amarilleamiento y desecación.
2. Fase aguda: la enfermedad progresa rápidamente, afectando a un número creciente de ramas y hojas.
3. Fase crónica: la planta entra en una fase de declive progresivo, con decaimiento general y reducción de la producción.
Cómo reconocer el Mal Secco: principales síntomas en la planta
La prevención del mal Secco es esencial para salvaguardar los cultivos de cítricos. He aquí algunas medidas que puede tomar para evitar la propagación de esta terrible enfermedad.
1. Revise las plantas periódicamente
Puede parecer trillado decirlo, pero la primera medida para contrarrestar la aparición del hongo es revisar las plantas de cítricos periódicamente, especialmente durante los meses de invierno. Durante el invierno, de hecho, el riesgo de infección es mucho mayor debido a las condiciones climáticas más frías. Los primeros síntomas de la infección aparecen a finales del invierno y progresan hasta la primavera.
2. Cubra las plantas con durante los meses de invierno
Las heladas, el granizo y el viento suelen causar heridas en los distintos órganos de la planta, lo que aumenta el riesgo de infección. Por eso recomendamos proteger las plantas de cítricos con mallas. Además de proteger los árboles de las heridas, también los protegen del frío.
3. Tratamientos preventivos con productos cúpricos durante los meses de invierno
Los tratamientos cúpricos, especialmente indicados en viveros, ejercen un eficaz efecto preventivo contra las enfermedades fúngicas, sobre todo si se aplican durante los meses fríos y después de fenómenos meteorológicos adversos como granizadas, vientos fuertes o heladas. Dicha protección, de tipo superficial, se recomienda para reducir el riesgo de infección, pero no puede eliminar las infecciones ya en curso.
4. Evitar el cultivo profundo del suelo en el periodo otoñal
El arado y el laboreo durante los periodos lluviosos y el uso de herbicidas sin trabajar el suelo hacen que las plantas de cítricos sean más susceptibles a las enfermedades de las raíces. Las heridas causadas por el laboreo y la posición superficial de las raíces tras el desherbado facilitan la entrada de hongos y bacterias patógenos.
Para combatir las malas hierbas, se recomienda trabajar el suelo con escardadoras mecánicas. El desherbado mecánico mejora la porosidad y la fertilidad del suelo y contribuye al desarrollo óptimo de las plantas. Para más información sobre este tema, lea nuestro artículo sobre el control mecánico de las malas hierbas.
5. Mantenga la distancia correcta entre plantas
Una correcta hidratación y ventilación de la planta también contribuyen a limitar la propagación del hongo. Un follaje bien ventilado facilita la acción de los productos fitosanitarios. Por ello, se recomienda mantener las plantas bien aireadas, evitando una densidad excesiva.
6. Realizar podas regulares y precisas con herramientas profesionales desinfectadas
Empecemos por decir que la poda desempeña un papel crucial en la prevención y el control de todas las enfermedades, especialmente el Mal Secco. Una poda equilibrada y sobre todo regular hace que la planta sea más vigorosa y resistente a las enfermedades.
Es igualmente importante prestar atención a la limpieza y desinfección de las herramientas de poda. De hecho, es muy importante limpiar las herramientas de poda después de cada uso, ya que son una de las principales vías por las que las bacterias y los hongos nocivos pasan de una planta a otra.
Si la planta ya presenta síntomas evidentes, lo mejor es proceder a una poda correctiva, eliminando las partes comprometidas. Es preferible hacer un corte limpio y preciso a unos 30 centímetros de la parte seca afectada por el hongo. Se recomienda eliminar inmediatamente las ramas infectadas quemándolas in situ. Al eliminar las ramas secas y enfermas, se limita la propagación del hongo.
El uso de herramientas de poda de alta calidad, como las fabricadas por Zanon, desempeña un papel fundamental en la prevención de la podredumbre seca.
Las tijeras de podar profesionales y las podadoras a batería enchufables, fabricadas con materiales resistentes y cuchillas afiladas, garantizan cortes limpios y precisos, reduciendo el traumatismo de la planta y favoreciendo la rápida cicatrización de las heridas.
Además, la ligereza y ergonomía de nuestras herramientas facilitan el trabajo del agricultor, reduciendo el riesgo de errores y lesiones en la corteza del árbol.
El Mal Secco supone una grave amenaza para los cultivos de cítricos. Sin embargo, adoptando las estrategias de prevención y control adecuadas, es posible limitar la propagación de este hongo patógeno y salvaguardar la producción de cítricos.
Invertir en equipos de poda de calidad y seguir los consejos de los expertos son medidas esenciales para garantizar la salud y la productividad de sus plantaciones de cítricos.
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