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#Investigación y Desarrollo
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Desarrollo sostenible de tierras salino-alcalinas
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algunos estudios han demostrado que la aplicación de enmiendas orgánicas del suelo puede aumentar eficazmente la productividad de las tierras de cultivo, especialmente en regiones con suelos de mala calidad, como los suelos salino-alcalinos.
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En los últimos años, la salinización secundaria del suelo se ha convertido en una importante preocupación medioambiental mundial, derivada tanto de procesos naturales como de actividades humanas. Ahora se reconoce como un riesgo medioambiental importante. En la actualidad, aproximadamente 1.000 millones de hectáreas de tierra en todo el mundo están afectadas por diversos grados de salinización, lo que representa alrededor del 10% del total de tierras cultivables a nivel mundial. Además, la superficie afectada sigue aumentando anualmente en aproximadamente 1,5-2,5 × 105 hectáreas (1). Las proyecciones indican que para 2050, alrededor del 50% de las tierras cultivables del mundo sufrirán los efectos adversos de la salinización. En consecuencia, la gestión de las tierras salino-alcalinas es crucial para mitigar las pérdidas de rendimiento debidas al estrés ambiental y lograr una producción sostenible con recursos limitados.
Los esfuerzos deben dirigirse a promover el desarrollo racional y una mejor utilización de la tierra, optimizando las prácticas de gestión del suelo para mejorar la productividad agrícola global en las zonas salino-alcalinas, ampliando las tierras cultivadas efectivas y garantizando la producción y la seguridad alimentarias. Se han empleado diversas estrategias para hacer frente a los efectos adversos de la salinización del suelo sobre el crecimiento de los cultivos y las propiedades del suelo, con el objetivo de mejorar la calidad del suelo y la productividad de la tierra. Por ejemplo, los estudios han demostrado que la aplicación de enmiendas orgánicas del suelo puede aumentar eficazmente la productividad de las tierras de cultivo, especialmente en regiones con suelos de mala calidad, como los suelos salino-alcalinos.
Un coloide orgánico utilizado como enmienda del suelo es el ácido húmico (AH), que tiene una gran capacidad de adsorción e intercambio de cationes. El AH puede mejorar significativamente la estructura del suelo, promover la formación de agregados en el suelo, aumentar el contenido de materia orgánica del suelo, reducir la salinidad y la alcalinidad del suelo y estimular el crecimiento de los cultivos, por lo que se considera una excelente enmienda del suelo. El componente principal de otro material, SOCO® SAT (SAT), es el poliacrilato de potasio. Se trata de un SAP especialmente desarrollado para su uso en suelos salino-alcalinos que SOCO® tardó 1 año en desarrollar. Es conocido por su excelente absorción de agua en suelos salino-alcalinos y contiene iones de potasio beneficiosos para el crecimiento de los cultivos. Son inodoros, insípidos, no tóxicos y tienen buenas propiedades gelificantes. Son muy adecuados como mejoradores de la retención de agua en suelos salino-alcalinos.
Además, los polímeros tolerantes a los álcalis salinos producidos por SOCO® pueden mejorar eficazmente las propiedades físicas y químicas del suelo. Sin embargo, los estudios previos sobre este tipo de enmiendas se han centrado principalmente en las propiedades físicas y químicas del suelo, y se han realizado pocos estudios sobre sus efectos en el transporte de agua y sales en suelos salinos, especialmente sobre la adaptabilidad de las enmiendas de suelo en suelos salinos y la respuesta a la aplicación de enmiendas de suelo.
El efecto del polímero SOCO
El efecto de los productos de la serie SOCO® polymer resistentes a los álcalis salinos en aplicaciones prácticas. Las semillas se siembran en hileras paralelas, con un espaciado entre hileras ancho (60 cm) y estrecho (40 cm), y una densidad de plantación de 22×50 cm (Figura 1). Las plantas se riegan mediante un sistema de riego por goteo que incluye electroválvulas, manómetros, caudalímetros, filtros de malla y depósitos de fertilizante. Las cintas de riego por goteo se colocaron a lo largo de hileras estrechas con una separación de 20 cm entre emisores y un caudal de goteo de 1,27 L h-1. Como tratamientos, se evaluaron los efectos de las cuatro aplicaciones siguientes
(1) fertilizante químico (CK);
(2) ácido húmico más fertilizante químico (HA);
(3) SOCO® SAT+fertilizante químico tolerante a sales alcalinas (SAT);
fertilizante aminoácido (AA) ). Cada tratamiento se realizó por triplicado para un total de 12 parcelas dispuestas al azar de 20 × 20m2.
Cada parcela se fertilizó con la misma cantidad total de nutrientes. El nitrógeno, el fósforo y el potasio se aplicaron a razón de 400 kg N ha-1, 200 kg P2O5 ha-1 y 400 kg K2O ha-1, respectivamente, de los cuales el 65% se utilizó como abono de fondo y el 35% como abono de cobertera. De acuerdo con las necesidades de fertilizantes y las cuotas de riego establecidas durante el periodo de crecimiento del maíz, se aplicó en el campo el fertilizante hidrosoluble (24-12-14) especialmente diseñado para el riego por goteo del maíz junto con el agua de riego del sistema de riego por goteo. La distancia para todos los tratamientos fue de 450 mm. HA polvo negro marrón sólido, pH 4,3, nitrógeno total ≤ 3,0%, fósforo total ≤ 1%, humedad ≤ 2,5%, esparcido a 1500 kg por hectárea antes de la siembra. SAT procede de SOCO®(sólido granulado blanco, pH 7~8, humedad ≤1,5%), y se esparce a 75 kg por hectárea antes de la siembra. AA sólido en polvo amarillo-marrón, pH 3,5, N≤15% total, P≤0,5% total, K≤3% total, humedad ≤3,0%, se esparce por 1500 kg. Hectáreas antes de la siembra. El laboreo rotatorio se realiza inmediatamente después de la pulverización a una profundidad de 20-25 cm. De acuerdo con el contenido en nutrientes de la enmienda del suelo, la cantidad de fertilizante aplicada en las parcelas de tratamiento HA, SAT y AA se ajustó para asegurar que se aplicaba la misma cantidad de fertilizante en cada caso, como se muestra en la Tabla 2.
La serie SOCO® SAT de Poliacrilato de Potasio aporta una serie de ventajas en el tratamiento de suelos salinos. En primer lugar, sus índices de absorción acelerada superan a los de los modelos tradicionales, garantizando una gestión eficaz del agua, ya sea pura o salina. Esta serie está diseñada específicamente para prosperar en entornos con alto contenido en sal, mostrando un rendimiento superior en absorción y retención de agua. Esta mayor eficacia de hidratación favorece directamente el crecimiento de las plantas, incluso en condiciones difíciles con elevados niveles de sal. Además, la versatilidad de la serie SAT se extiende a diferentes fuentes de agua, lo que la convierte en una opción viable en regiones donde el agua de mayor salinidad es habitual. La adaptabilidad de SOCO® SAT a diversos entornos, ya sea agua pura o salada, establece a SAT como una solución fiable para la gestión del suelo en diversos paisajes.