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#Novedades del Sector
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Lo digital, futuro de la maquinaria agrícola
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Red Stag Media, una agencia británica de relaciones públicas y marketing dedicada a las empresas relacionadas con la agricultura, ha elaborado recientemente un informe sobre el futuro de la maquinaria agrícola en el que se recogen muchas ideas interesantes.
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Naturalmente, la confianza depositada en sus contactos dentro de la industria se ha traducido en un respaldo entusiasta de todas las últimas tecnologías digitales que están surgiendo.
Sin embargo, sigue habiendo un gran interrogante sobre su viabilidad debido a los retrasos legislativos, los sistemas de la competencia y la aceptación de los consumidores.
Elemento ausente
Un elemento clave de la agricultura moderna es la percepción pública de lo que es deseable. En el informe se señala con frecuencia que la legislación aún no se ha puesto a la altura de las posibilidades actuales, pero la palabra "público" no aparece en absoluto.
El uso de drones, por ejemplo, tal y como se sugiere en el informe, hará que vuelen por encima de los cultivos para identificar las malas hierbas y fumigarlas de una sola vez.
Se dice que la tecnología ya está disponible y que estos aparatos no cuestan más de 10.000 libras (11.300 euros).
Parece una idea excelente, ya que no sólo reduce el uso de productos químicos, sino que alivia la compactación del suelo y ahorra costes de mano de obra y maquinaria.
Sin embargo, en Francia se cuentan historias de agricultores a los que se desaconseja la pulverización convencional durante el día por el riesgo de protestas de los vecinos de las ciudades.
Es dudoso que se muestren más dispuestos a que vehículos aéreos no tripulados repletos de pesticidas zumben por el campo.
Control de la maquinaria agrícola
Se prevé que estos drones acaben siendo manejados desde la oficina de la explotación en lugar de tener un operador en línea de visión, como exige actualmente la ley.
Al parecer, la hipótesis optimista es que un simple gesto de la pluma de un ministro permitirá que esto ocurra de la noche a la mañana.
En el Reino Unido, la función del Health and Safety Executive (HSE) es examinar la seguridad de la maquinaria agrícola y hacer recomendaciones al Gobierno.
En la República de Irlanda, es la UE la que desempeña ese papel y la legislación que se está estudiando actualmente puede no ser tan comprensiva como podrían esperar los defensores de la robótica.
El uso de drones es sólo una faceta del movimiento digital y representa la esquina del círculo que cree que lo pequeño es hermoso cuando se trata de cultivar; en la otra esquina se sitúan los fabricantes bien establecidos de maquinaria convencional que están respondiendo a la amenaza adaptando principios robóticos en el diseño de sus máquinas.
Sin embargo, también hay quien se da cuenta de que las máquinas cada vez más grandes pueden no ser la solución. David Redman, especialista en tractores de New Holland, admite que las flotas de tractores más pequeños, en lugar de unas pocas unidades grandes, pueden ser el futuro.
La escasez de personal impulsa la automatización
En general, se considera que el principal factor que impulsa el uso de tractores más grandes es el coste y la escasez de personal cualificado; colocar un ordenador bajo el capó en lugar de un operador al volante debería solucionar este problema.
Sin embargo, una vez más existe la barrera legislativa y la confianza en la inteligencia artificial como panacea para todos los problemas que surjan puede estar fuera de lugar, ya que garantizar su previsibilidad podría no ser tan fácil como se pensaba.
New Holland también señala que la potencia de estos tractores más pequeños puede rondar los 60 CV de media, que casualmente es el máximo estimado que se considera práctico con unidades alimentadas por batería.
Los motores siguen teniendo su papel
Esto nos lleva al debate que rodea el uso de combustibles alternativos y la gestión de la energía agrícola para la maquinaria agrícola.
El hidrógeno y el metano son los dos combustibles mencionados, además de la energía de las baterías. Sin embargo, existen problemas con el hidrógeno, que en la actualidad procede principalmente de combustibles fósiles, mientras que el metano verde no es más que una forma de reciclar el carbono que ya está en la atmósfera.
No se menciona el gasóleo sintético que, como el metano, recicla el carbono existente.
El reciente impulso de Alemania y otros países para mantenerlo como combustible en el sector de la automoción sugiere, según una fuente de la industria, que puede ser prometedor para el futuro.
Abundan los riesgos
En general, el informe presenta un panorama halagüeño de un mundo nuevo y valiente, orientado hacia la tecnología de la maquinaria agrícola, y como guía de cómo los interesados en el sector de la maquinaria miran hacia el futuro, es indispensable, aunque sigue habiendo interrogantes.
Ya se ha señalado la falta de referencias a la opinión pública, así como la omisión de toda mención al gasóleo sintético. Además, la agricultura 4.0 no se menciona ni una sola vez.
Además, el informe no menciona la seguridad, que va más allá de impedir la instalación de juegos de ordenador en las consolas de los tractores.
No hay que descartar la idea de que los sistemas de inteligencia artificial puedan desviarse del camino recto, mientras que una tormenta solar o incluso una explosión nuclear podrían acabar por completo con Internet, haciendo que cualquier noción de seguridad alimentaria quedara en agua de borrajas.
Se puede hacer mucho bien aplicando la tecnología digital, pero hay que andarse con cuidado.
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