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#Investigación y Desarrollo
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Estudio del efecto de los microplásticos en la calidad y la salud de los peces
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En Nueva Zelanda se está llevando a cabo un estudio en las instalaciones de investigación de acuicultura del NIWA, cerca de Whangarei, para comprender mejor cómo los peces se ven afectados por los microplásticos. La especie que se está utilizando en el estudio es el pargo (Lutjanidae), una especie de pez recreativo muy popular en Nueva Zelanda.
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La estudiante de maestría de la Universidad de Auckland, Veronica Rotman, bajo la supervisión del científico de pesquerías del NIWA, el Dr. Darren Parsons, está llevando a cabo un experimento en dos partes para entender cómo uno de los contaminantes más penetrantes del mundo está afectando a los peces en las aguas de Nueva Zelanda.
La Sra. Rotman dice que se ha investigado poco en esta área y que vio la oportunidad de realizar algún trabajo que fuera relevante para Nueva Zelanda.
Es crítico averiguar qué está pasando con el plástico en nuestros ecosistemas; quiero ver si el plástico se come, permanece en el intestino o migra a otras partes de los peces, incluyendo la carne que comemos"
Utilizando poliestireno coloreado, uno de los cinco principales contaminadores de plásticos del océano, y una licuadora para generar microplásticos de entre 50 micrones y 2 mm de tamaño, la Sra. Rotman empapó algunas muestras en el puerto de Waitemata durante poco más de un mes para imitar las condiciones similares que los peces experimentan en el medio ambiente.
El plástico actúa como una esponja para los contaminantes, absorbiendo los residuos del puerto, los productos químicos industriales, los pesticidas, los metales pesados y las bacterias, por lo que quería un tratamiento medioambiental relevante"
El poliestireno se alimenta en cantidades variables con 160 pargos juveniles, las especies de peces recreativos más populares de Nueva Zelanda, que se mantienen en 20 tanques de acuicultura en el Centro de Investigación Marina de Northland de NIWA en la Bahía de Bream junto con su dieta regular.
Después de 10 semanas de tratamiento el pargo será disecado para determinar cuánto han retenido los peces, cualquier efecto sobre el crecimiento o condición, si ha causado algún daño a su tracto gastrointestinal, y si los microplásticos se han traslocado al hígado y tejido muscular.
Lo que realmente me interesa son los niveles de toxicidad causados por los microplásticos que se acumulan en el tracto digestivo. El experimento con los pargos debería arrojar algo de luz sobre si los microplásticos pueden translocarse en la carne que comemos y cómo la exposición puede afectar su fisiología, reproducción y aptitud"
En la segunda parte del experimento, el foco de atención se desplazará a las especies de peces de aleta de mayor valor comercial de Nueva Zelanda. Los hokis son peces de aguas profundas y la Sra. Rotman examinará los especímenes del Estrecho de Cook, la costa oeste y la subida de Chatham para investigar cualquier incidencia de plástico en el intestino.
Será muy interesante ver si la hoki está consumiendo microplásticos y si hay alguna variación entre los diferentes lugares de muestra debido a la proximidad de asentamientos humanos y fuentes de contaminación.
Este trabajo contribuirá a la tesis del Máster de la Sra. Rotman y tiene la intención de presentar un trabajo sobre los resultados a una revista científica para su publicación.