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#Novedades del Sector
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Innovaciones para reducir la mano de obra agrícola
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La disminución de la oferta de mano de obra agrícola presiona al sector agrícola para que adopte nuevas tecnologías para tareas difíciles de mecanizar.
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La competitividad de la agricultura estadounidense, así como el bienestar de los trabajadores agrícolas y de las comunidades en las que viven, depende de cómo nos adaptamos como sociedad a una nueva era de escasez de mano de obra agrícola.
Las tecnologías que eran relativamente baratas de desarrollar y adoptar han estado en uso comercial durante muchos años.
El endurecimiento de la oferta de mano de obra agrícola hoy en día crea incentivos para desarrollar y adoptar soluciones más desafiantes - y más costosas - que ahorran mano de obra.
Tecnología en huerto
Los árboles frutales son algunos de los cultivos más intensivos en mano de obra que se cultivan en los Estados Unidos hoy en día, y tecnologías viables para reducir los requerimientos de mano de obra están en el horizonte para sólo unas pocas variedades.
Casi todas las frutas y verduras frescas del mercado se cosechan a mano, lo que crea una gran demanda de mano de obra estacional.
Los métodos de cosecha en masa existentes, como la sacudida del tronco o del dosel, provocan daños inaceptables en la fruta y no se pueden utilizar selectivamente para cosechar frutos que no maduran de manera uniforme.
Las operaciones de manejo del dosel y de la carga de los cultivos, como la poda y el raleo de flores y frutos, también son manuales y requieren mucha mano de obra.
Estas actividades requieren una percepción avanzada y capacidades de manipulación diestras, y deben realizarse de forma fiable, rápida y rentable.
Para hacer frente a estos retos, los ingenieros del mundo académico y de la industria están desarrollando soluciones robóticas "inteligentes" para algunas de las tareas que requieren más mano de obra.
Por lo general, estas soluciones deben combinarse con cambios en los cultivares y/o en las prácticas hortícolas.
Los costos iniciales de la adopción de la robótica en el campo serán probablemente altos, y si los robots dañan los frutos, el valor del producto final disminuirá.
Estas barreras impedirían la adopción en mercados con salarios bajos y una oferta de mano de obra elástica, pero si la oferta de mano de obra agrícola continúa estrechándose y los salarios siguen aumentando, la robótica será un paso fundamental para mantener la competitividad de las granjas estadounidenses en un mercado global.
Lo que hay ahí fuera
Algunos ejemplos de sistemas automatizados inteligentes que se han comercializado recientemente o que se encuentran en el horizonte son los diluyentes de lechuga automatizados, los sistemas integrados de gestión de malas hierbas y las cosechadoras de manzanas robotizadas (que todavía no están disponibles en el mercado).
La lechuga de clareo requiere mucha mano de obra, y la mayoría de los campos de lechuga en California solían ser adelgazados a mano, típicamente usando una azada.
Varias empresas han introducido diluyentes de lechuga automatizados que utilizan visión artificial y un sistema de pulverización para eliminar las plantas no deseadas.
Mosqueda et al. (2017) probaron cuatro diluyentes automatizados e informaron que, en promedio, se necesitaban 2.03 horas por persona y 7.31 horas por persona por acre para adelgazar las parcelas de lechuga con y sin la máquina, respectivamente.
Los costos laborales respectivos se estimaron en $43.40 y $112.70 por acre, lo que explica las mayores tasas salariales de los operadores de equipos.
Los sistemas de manejo integrado de malezas (MVE) son esenciales para el brócoli y la lechuga.
Una parte central del MVE es la eliminación física de las malas hierbas. Actualmente, esta remoción se realiza utilizando cultivadores estándar que eliminan las malezas entre hileras, seguidas de un laborioso deshierbe manual dentro de las hileras.
El costo del deshierbe manual oscila entre $250 y $450 por hectárea.
Recientemente, se han comercializado cultivadores robóticos para mecanizar el deshierbe dentro de las filas.
Éstos utilizan la visión por ordenador para distinguir las plantas de cultivo de las malas hierbas y activan las cuchillas de alta velocidad para destruir las malas hierbas de forma selectiva.
Lati et al (2016) evaluaron un cultivador robótico e informaron que eliminaba entre un 18% y un 41% más de malezas con densidades de maleza de moderadas a altas y redujo los tiempos de deshierbe manual entre un 20% y un 45% en comparación con el cultivador estándar.
Otros arranques
Otros sistemas robóticos innovadores que están siendo desarrollados por empresas en fase de puesta en marcha se encuentran en una fase precomercial.
Por ejemplo, se está desarrollando un robot para la cosecha de manzanas que utiliza la visión por ordenador para localizar las frutas y una pinza de vacío en un brazo robótico para recogerlas.
Sus desarrolladores han probado el robot en árboles raleados en V, raleados a frutos individuales dentro del espacio de trabajo del robot y podados a aproximadamente 25 cm de ancho.
Dicen que recogen una manzana por segundo con un brazo robot. Dado que un trabajador típico en una plataforma de huerto recoge aproximadamente una manzana cada 1,5 segundos, el brazo robótico podría reemplazar a 1,5 recolectores, y los cosechadores multifuncionales podrían reemplazar a pequeños equipos de recolectores.
Nuevas innovaciones, nuevas habilidades. No sólo disminuirá la demanda de mano de obra en respuesta a las mejoras tecnológicas, sino que también cambiarán las habilidades requeridas en la granja.
Los trabajadores agrícolas incluirán cada vez más a mecánicos e ingenieros. Nuestro sistema educativo -incluyendo escuelas secundarias, colegios comunitarios y universidades- tendrá que preparar a una generación de trabajadores con las habilidades para manejar las nuevas tecnologías de cultivo.
Los recursos informativos, incluida la Internet de alta velocidad, tendrán que llegar a los campos.
En lugar de importar trabajadores agrícolas poco calificados, Estados Unidos podría importar ingenieros agrícolas de México, donde las universidades producen actualmente el doble de ingenieros per cápita que las universidades de Estados Unidos.
Salarios más altos
Las nuevas tecnologías hacen que los trabajadores agrícolas sean más productivos, haciendo posible que los agricultores paguen salarios más altos a una mano de obra más pequeña.
El aumento de los salarios puede beneficiar a los trabajadores agrícolas y a las comunidades donde viven, pero sólo si los trabajadores tienen las habilidades que exigen las nuevas tecnologías, y si los trabajadores menos calificados pueden cambiar su mano de obra de cultivos y tareas recién mecanizados a otros que son más difíciles de mecanizar.