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#Novedades del Sector
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Un estudio publicado recientemente evalúa el potencial de la agricultura oceánica
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Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) acaban de publicar una de las primeras evaluaciones globales del potencial de la acuicultura sostenible bajo los actuales regímenes de gobernanza, políticas e inversiones.
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Su estudio, publicado en la revista Marine Policy, encontró que la acuicultura marina es una industria en rápido crecimiento que presenta tanto oportunidades como riesgos para el medio ambiente y la sociedad.
Utilizando un enfoque país por país, demuestra que la capacidad de la cría oceánica de peces de aleta y bivalvos para mitigar los problemas de seguridad alimentaria con un impacto ecológico mínimo, depende en gran medida de la infraestructura de gobernanza del sector
Peter Kareiva, uno de los investigadores y director del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la UCLA, explicó que los sistemas alimentarios sostenibles son también una parte importante de la lucha contra el cambio climático.
"Al igual que muchos científicos ambientales, veo la acuicultura marina como el futuro sistema alimentario de un mundo neutro en carbono", dijo Kareiva. "Pero que consigamos ese futuro y un océano saludable depende de la gobernanza y las regulaciones, y todos sabemos lo imprecisos que pueden ser a veces"
Un estudio anterior de Kareiva reveló que la demanda mundial de pescado podría satisfacerse mediante la cría sostenible de apenas 0,015 por ciento de los océanos del mundo
En el presente estudio se considera que la acuicultura marina es menos contaminante que las operaciones en tierra, porque el mar abierto dispersa su impacto, lo que genera menos problemas ambientales. La agricultura sostenible de los océanos también permitiría que las poblaciones silvestres de peces, de las cuales las Naciones Unidas consideran que el 90 por ciento están al borde del colapso, se recuperen al tiempo que proporcionan una importante fuente de proteínas y beneficios económicos a los seres humanos.
El equipo de UCLA examinó a 144 países y agrupó en tres categorías basadas en la calidad de las instituciones y regulaciones gubernamentales, el potencial de inversión y la idoneidad de las condiciones ambientales biológicas y físicas para la agricultura oceánica
Se encontró que sesenta y siete países tienen condiciones favorables para la acuicultura marina, y el autor principal Ian Davies cree que la industria podría ayudar a abordar los desafíos sociales en estos lugares.
"Hay mucho potencial en los países con inseguridad alimentaria, incluidos los estados insulares del Pacífico y el Caribe", dijo Davies. "Tienen recursos limitados y poblaciones en rápido crecimiento. Pero estos son también los países con las aguas más productivas del mundo"
Se determinó que 24 países carecían de aguas altamente productivas pero seguían dedicándose a la acuicultura, en general debido a un mejor acceso a la inversión. Este grupo incluía países del Golfo Pérsico y el Mar Negro, Corea del Sur, Italia, Canadá y Noruega.
Los 77 países restantes tenían aguas adecuadas, pero escaso acceso al capital y sistemas de gobernanza inestables, corruptos o ineficaces. Sin embargo, dieciséis de ellos se dedican actualmente a la piscicultura en el océano, pero están causando daños a los ecosistemas o produciendo otros problemas en el proceso
La historia de los daños a los ecosistemas como resultado de una regulación deficiente incluye el auge de la cría de camarones en el sudeste asiático en la década de 1990, que destruyó muchos manglares, y la cría de peces no regulada más reciente en aguas del norte de Vietnam, que condujo a una serie de brotes de enfermedades. Es importante que se aprendan las lecciones de estos acontecimientos.
"Cuanto más sólida sea la regulación, más se puede garantizar que la industria estará presente durante más tiempo y que será capaz de producir pescado a un coste razonable con un mínimo de insumos", dijo Davies. "Los planificadores, investigadores y operadores acuícolas tienen la sensación palpable de que tenemos la capacidad de hacerlo justo antes de que la industria crezca demasiado. Pongamos las reglas en su sitio"
Los investigadores descubrieron que, si bien muchos países activos en la acuicultura marina contaban con regulación y supervisión ambiental, a menudo carecían de marcos claros para el crecimiento emergente del sector, en particular la producción en alta mar
Esta es una de las áreas que un nuevo grupo de trabajo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) sobre acuicultura en alta mar pretende abordar
Presidido por el profesor Bela Buck de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bremerhaven, el objetivo del grupo de trabajo es formar un grupo internacional de biólogos, ingenieros, economistas, planificadores espaciales, gestores, personal de la industria, administraciones y ONG para elaborar una hoja de ruta para el futuro de la acuicultura en alta mar.
"A medida que aumenta la demanda de productos de la acuicultura, pero la oferta de espacio operativo en las zonas costeras es limitada, hay esfuerzos mundiales para trasladar la acuicultura más al mar abierto, o a zonas que no están lejos de tierra firme, pero que están sujetas a condiciones climáticas más duras", dijo Buck
El grupo elaborará conceptos para soluciones específicas para cada lugar que permitan el desarrollo sostenible de la acuicultura marina