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#Novedades del Sector
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Los nuevos vínculos urbanos del orden del día urbanos y las zonas rurales, reconocen el centralismo de la seguridad y de la nutrición de la comida
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El nuevo acuerdo internacional reconoce la urbanización como conductor dominante para el desarrollo sostenible y la erradicación del hambre
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FAO ha acogido con satisfacción el nuevo orden del día urbano, convenido en por los países en la conferencia reciente del hábitat III en Quito, Ecuador, y ésa reconoce progreso en la dirección de los desafíos diversos planteados por la urbanización será dominante en la realización del desarrollo sostenible y la supresión de hambre.
“La nuevas seguridad y nutrición urbanas de la comida de los lugares del orden del día en el centro del desarrollo sostenible urbano,” dijo el representante regional de FAO para América latina y el Caribe, Raúl Benítez, en una declaración hecha durante el hábitat III.
Benítez destacó que el acuerdo representa un paso fundamental hacia el lazo de comunidades urbanas y rurales en el planeamiento y el desarrollo de los sistemas de la comida puestos a tierra en un acercamiento territorial que proporcione seguridad alimentario y la nutrición mejorada para todos.
Joan Clos, el director ejecutivo del hábitat de la O.N.U describió el nuevo orden del día urbano como “visión por un futuro urbano mejor y más verde, donde todo el mundo tiene acceso a las ventajas de la urbanización”.
La realización del desarrollo urbano sostenible requerirá la puesta en práctica de los sistemas sostenibles de la comida. Por este motivo, FAO, así como otros socios, hizo esfuerzos sustantivos en el proceso de la negociación del orden del día para asegurarse de que una referencia clara a la seguridad y a la nutrición de la comida fue incorporada en la declaración del resultado de la conferencia del hábitat, un acontecimiento que ocurre generalmente solamente cada 20 años.
Lazo de seguridad alimentario rural y urbana
La urbanización representa uno de los cambios más rápidos y más profundos en historia de la humanidad. En 2050, la mayor parte de la población de mundo - dos tercios - vivirá en pueblos o ciudades, pero estos centros urbanos todavía dependerá en gran medida de las comunidades rurales para la disposición de la comida. Como tal, las estrategias de la seguridad alimentario necesitan fomentar las nuevas sinergias, que incorporan los vínculos necesarios entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales, Benítez subrayaron.
Las economías urbanas sostenibles e inclusivas deben enganchar y obrar recíprocamente mejor con las economías rurales, especialmente puesto que los granjeros a escala reducida producen la mayor parte de la comida consumida en países en vías de desarrollo, incluyendo en sus ciudades.
“Es necesario ir más allá de la dicotomía tradicional entre las zonas urbanas y rurales. Los habitantes de ciudad no pueden ser considerados como simples consumidores y las comunidades rurales no deben ser consideradas exclusivamente como productores,” Benítez dijo.
El planeamiento urbano y rural se debe integrar de las maneras que fomentan la producción alimentaria sostenible incluyendo una reducción de los residuos orgánicos en ciudades - una mitad de comida producida global se pierde o se pierde actualmente.
El hábitat III ha reafirmado el ímpetu político cada vez mayor que reconoce las interdependencias entre la seguridad alimentario y nutrición y los órdenes del día urbanos. Esto también fue subrayada durante Summit segunda de los alcaldes en Milan Urban Food Policy Pact detenido en Roma el 14 de octubre de 2016, y en qué compromisos concretos fueron anunciados por los líderes de varias ciudades.
Esto coincide también con el reciente desarrollo al cual muchas ciudades a través del globo se dedican a las iniciativas comida-relacionadas, desarrollando estrategias de planificación de la comida tales como cartas de la comida, las políticas alimenticias, los proyectos sobre el abastecimiento de escuela, el cultivar un huerto urbano, gestión de los residuos orgánicos, fortaleciendo acoplamientos urbano-rural, así como desarrollando agricultura y la silvicultura urbana y periurbana y la infraestructura verde.
Supresión de hambre y de todas las formas de desnutrición
El nuevo orden del día urbano reconoce que la erradicación del hambre y de la pobreza es un desafío global y es un requisito imprescindible para el desarrollo sostenible.
Según FAO, el orden del día ayudará a países a suprimir el hambre - que todavía afecta casi 800 millones de personas de por todo el mundo - y la desnutrición con un acercamiento integrado y multisectorial que apunta zonas urbanas y rurales.