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#Maquinaria y Equipos Agrícolas
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El papel de las células de carga en las mezcladoras para invernaderos y viveros
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Una función opcional que facilita la predicción y automatización del procesamiento de sustratos.
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En invernaderos y viveros, el uso de sustratos de alta calidad es crucial para garantizar un crecimiento óptimo de los cultivos protegidos. Junto a los cargadores y rellenadores, los mezcladores también desempeñan un papel crucial: son sistemas automatizados que permiten producir compuestos homogéneos profesionales mezclando diversas sustancias como turba, tierra, agua, vermiculita, perlita, arcilla, etc.
Sin embargo, para lograr la composición perfecta de la mezcla, es necesario dosificar cuidadosamente cada uno de los elementos. Por ello, es posible equipar la mezcladora de turba MIX1000 de Atlantic Man con un sistema de pesaje automático con células de carga, una herramienta que garantiza la precisión y la eficacia en el proceso de preparación del sustrato.
CÉLULAS DE CARGA
Las células de carga son dispositivos que pesan con precisión los materiales vertidos en el depósito de mezcla para conseguir una composición homogénea y equilibrada del sustrato en función de los pesos requeridos para el sistema de llenado posterior. Además de permitir un ajuste preciso de la cantidad de turba, tierra u otros elementos que se añaden a la mezcladora, garantizando la proporcionalidad entre los distintos componentes, este sistema puede dialogar con el panel de control del cargador de grandes balas: dentro de una línea de producción, este último se encarga de suministrar turba a la mezcladora y puede configurarse para que se active sólo para aportar la cantidad de tierra necesaria para la mezcla deseada.
BENEFICIOS
El uso de células de carga, además de garantizar una precisión impecable en la composición del sustrato, permite optimizar el tiempo y los recursos, reduciendo costes y haciendo que el proceso de mecanizado sea mucho más eficiente: la dosificación precisa, de hecho, ayuda a minimizar los errores, reduciendo la cantidad de agua u otros componentes que pueden desperdiciarse. Además, este sistema permite satisfacer las necesidades específicas de las distintas variedades de cultivo, contribuyendo a su correcto crecimiento.